
¿Qué sabemos de la Enfermedad de Quervain o Tendinitis?
TENDINITIS O ENFERMEDAD DE QUERVAIN
¿Qué es?
La tendinitis o enfermedad de De Quervain es una inflamación de dos tendones del pulgar, (el extensor corto y el separador largo) que discurren a través de una corredera situada en el radio.
Esta inflamación se produce como consecuencia de microtraumatismos repetidos al usar el pulgar, la mano y la muñeca. Así pues, es muy frecuente que la padezcan amas de casa y trabajadores manuales ( fontaneros, pintores, peluqueras…).
Estos microtraumatismos al repetirse con mucha frecuencia desencadenan una afectación del tendón o de la vaina que lo recubre según el caso.
Síntomas de una tendinitis:
El dolor es el signo principal y se localiza en la parte inferior del brazo, cerca de la mano y en la base del pulgar. Puede llegar a notarse falta de fuerza y dolor de tipo nocturno que impide conciliar el sueño o que hace que quien lo padezca se despierte por la noche.
Diagnóstico:
Además de escuchar al paciente, se puede hacer una prueba para verificar si se trata de esta tendinitis, y es la siguiente maniobra:
El paciente realiza una flexión del pulgar hacia la palma mientras el fisioterapeuta o el médico le inclina la muñeca lo que produce una tensión máxima en ambos tendones y dolor.
Si esta prueba desencadena dichos síntomas resulta positiva y estamos ante una tendinitis o enfermedad de QUERVAIN.
También la extensión del pulgar contrarresistida con la muñeca inclinada hacia el lado del pulgar desencadena dolor. Ocasionalmente se palpa una crepitación o resalte en la zona de dolor.
En los casos crónicos puede existir un engrosamiento.
Tratamiento de la tendinitis:
Inicialmente se recomienda reposo del pulgar y mano afectada. La fisioterapia en esta patología resulta muy útil mediante ultrasonidos, láser, corrientes antiinflamatorias y analgésicas y terapia manual.
Si ello no resuelve el caso deberemos tomar antiinflamatorios por vía oral y / o colocar una férula inmovilizadora que puede prolongarse por espacio de 6 semanas. Sin con ello no se consigue la mejoría de la lesión deberemos pensar en la intervención quirúrgica con la liberación de los tendones de la corredera.