CIÁTICA
¿Quién no ha padecido alguna vez ciática o conoce a alguien que la haya sufrido?
Debido a la alta prevalencia que ésta tiene en la población, se hace necesario aclarar alguna de las dudas más comunes que surgen entre
quienes la padecen su entorno.
La “ CIATICA”, o LUMBOCIÁTICA, es un cuadro de dolor que se inicia en la columna lumbar, y que se propaga por muslo y pierna, hasta el pie, siguiendo el trayecto del nervio ciático y sus ramificaciones. Se produce, generalmente, por compresión e irritación de alguna de las raíces del nervio ciático cuando éstas salen de la columna vertebral.
La lumbociática es un proceso relativamente frecuente en las clínicas de fisioterapia y en las consultas médicas. Es raro que aparezca antes de los 30 años, y alcanza su máxima incidencia en la década de los 40.
La columna esta formada por una serie de vértebras separadas entre sí por los discos vertebrales que hacen que éstas se puedan mover. Si los discos se debilitan o deshilachan, éstos se pueden mover de su sitio y comprimir la médula espinal o en el caso de la ciática, comprimir las raíces nerviosas del nervio ciático provocando dolor.
La hernia discal es la causa más frecuente de ciática, aunque no la única, por ejemplo malformaciones congénitas, tumores, infecciones, artrosis vertebral, etc.
Pero, ¿qué síntomas produce la ciática?
Normalmente el dolor se inicia en la región lumbar o en las nalgas, y se irradia por el muslo o la pierna hasta el pie.
Según la raíz nerviosa que esté afectada y comprimida tendremos una diferente localización del dolor. El dolor de la ciática suele agudizarse con la tos, el estornudo o la defecación. Se acompaña a menudo de sensación de hormigueo o de disminución de la sensibilidad en la piel de la zona por donde se irradia. A veces disminuye la fuerza y el movimiento se ve limitado.
¿Qué hace falta para que me diagnostiquen ciática?
Ante la sospecha de ésta, se debe hacer una exploración física con el fin de estudiar la afectación de la columna lumbar, comprobar qué raíz o raíces están irritadas, y en qué grado, y así aplicar el tratamiento más adecuado en cada caso.
Es por eso tan importante que el paciente responda con interés a los datos que hacen falta para confeccionar el historial. Como pruebas complementarias para el diagnostico se pueden considerar estudios radiológicos tales como Rx, scanner…
¿Cuál es el tratamiento que debo seguir?
El tratamiento debe incluir reposo en cama, calor local, y la aplicación de determinados medicamentos para combatir el dolor y la inflamación. Para la contracción muscular de la región afectada se pueden realizar masajes descontracturantes aplicando una crema con acción antiflamatoria y/o analgésica. Así mismo, todo el arsenal terapéutico que tiene el fisioterapeuta a su alcance como microondas, corrientes, ultrasonidos… le ayudarán a mejorar los síntomas y a acelerar el proceso de curación.
Una vez que el dolor desaparece, se debe seguir un programa de ejercicios y cumplir los consejos posturales que el medico o el fisioterapeuta considere oportuno para prevenir nuevas recaídas.